Portada de la película Cronos.
Portada de la película Cronos.
Calificación favorito de Rehilete
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Reseña por Augusto Montero

Cronos (1992)
Guillermo del Toro
IMCINE
Película: Terror / Fantasía

Del Toro presenta vampirismo mexicano.

Antes del Óscar a mejor película (La forma del agua), antes de triunfar en España (El laberinto del fauno y El espinazo del diablo), antes de ser el Señor Del Toro, tuvimos a Guillermo. Y para hacerse un nombre en el mundo del cine, primero, y más importante, debes de tener una película. ¡Y vaya película que nos ofreció! Con Cronos, la invención del tiempo,
el cineasta mexicano, quien ya tenía experiencia trabajando en la pantalla chica, incursionó en la grande, y su opera prima fue un homenaje al mundo que él tanto adora: el terror.


La película nos sumerge en una historia fascinante y oscura que redefine el mito del vampiro. La trama central gira en torno a Jesús Gris, un anciano y humilde anticuario que, mientras explora un objeto misterioso en su tienda, se pincha con un artefacto dorado en forma de escarabajo. Este dispositivo, conocido como el "Cronos", le otorga una juventud renovada y una vitalidad sorprendente, pero a cambio desarrolla una insaciable sed de sangre. La narrativa se complica con la aparición de Dieter de la Guardia, un moribundo y excéntrico empresario que ha dedicado su vida a buscar el Cronos creyendo que es la clave para su propia inmortalidad. Envía a su brutal sobrino, Ángel de la Guardia (interpretado por Ron Perlman), para recuperar el artefacto a cualquier costo. Jesús Gris se ve atrapado en un dilema moral y físico, luchando contra sus nuevas y aterradoras necesidades mientras intenta proteger a su nieta, Aurora, quien es la única que parece comprender su transformación.

Esta obra cinematográfica explora la tentación de la vida eterna y las consecuencias grotescas de intentar desafiar la muerte, presentando una visión trágica y visceral de la inmortalidad. Es una fábula sobre el deseo humano y la monstruosidad que puede surgir del mismo, todo ello envuelto en una atmósfera gótica y melancólica.

Lo maravilloso de esta obra es que ya se vislumbraba el estilo que el cineasta plasmaría en prácticamente todas sus obras posteriores; así como el mensaje que transmite en éstas: los verdaderos monstruos no son las criaturas extrañas y deformes, sino los seres humanos, y es que la ambición por la vida eterna conlleva a hacer lo que sea -LO QUE SEA- para conseguirla. Ahora bien ¿qué pasa cuando nos entregamos a esa sed de vivir por siempre? A ese anhelo de rejuvenecer y volver a sentir la fuerza perdida ¿Qué pasa cuando de seres regidos por la naturaleza nos revelamos ante el designio de morir y vamos contra ésta? Pues que ya no somos seres humanos, y parte del conflicto de la película es la pérdida de dicha humanidad.

El vampirismo aquí no sólo se muestra en la sed de sangre, sino en cómo ir contra el tiempo -contra la muerte- es antinatural y por lo mismo, no es tolerado en un mundo de mortales. Cronos no sólo fascina por su historia, sino por ver las primeras señales de un genio en construcción. Puede que no sea la película más amada por los fans de nuestro jalisciense favorito, pero es una de esas joyas olvidadas de director que estoy seguro cualquier fan del terror sabrá valorar.