Portada del libro El Principito.
Portada del libro El Principito.
Calificación recomendado de Rehilete
Calificación recomendado de Rehilete

Reseña por Memo Fromow

El Principito (2016)
Pavel Ortega
3 Norte / La Cifra
Libro: Novela Gráfica

Recargado y requete-contra-enojado: un clásico reimaginado en clave anti-sistema.

Esta es una que todos se saben: la historia que ha tocado los corazones de generaciones enteras, recordándole la importancia del amor y la fortaleza, dupla no siempre tan reconocida pero vital para hacerle frente a la vida.
Sí, los clásicos siempre serán clásicos, pero siempre, con el paso del tiempo, nos vendrán ganas de imaginarnos como sería el libro si variáramos unos cuantos grados el curso de la historia, y a veces bastante más que unos cuantos grados.


Pavel Ortega es un apreciado conocido de este sitio, aunque, a decir verdad, creo que hablo por todo el equipo de Rehilete al decir que nos gustaría conocerlo mejor. Desafortunadamente, las durísimas condiciones del medio de la historieta mexicana nos han impedido hacerlo: mucho de lo mejor y más extenso de su producción es hoy prácticamente inencontrable y es cosa de muuuuuucha suerte poder encontrar algunas de sus obras agotadas. Ojalá pudieran botarse nuevas ediciones, pero estamos conscientes de que la economía, tanto de los creadores como de los consumidores no dan, la mayoría de las veces, para eso.

Esta misma obra que vamos a reseñar es, de hecho, un garbanzo de a libra: un afortunado fantasma del pasado que me golpeó en la nariz de pura suerte en un tendedero de libros viejos. No es por pesimista, pero la verdad es que es muy difícil que puedas llegar a encontrar este libro publciado hace casi 10 años y del que, hasta donde sé, no ha vuelto a haber nuevas ediciones.

Editado con ayuda del Estado de Puebla, Pavel Ortega nos trae una reimaginación del súper clásico de Antoine de Saint-Exupery. Por supuesto, poco tendría de destacable si se tratara simplemente de un simple ejercicio estético destinado a poner en un estilo distinto una historia bien conocida. Lo poco que conozco de la obra orteguiana me permite caracterizarla como un despliegue de ácida ironía frente al sinsentido del mundo, y aunque ese sentimiento de cínico desencanto no está ausente tampoco en esta obra, el candor del Principito hizo que nuestro autor se tocara el corazón… no sin antes poner al joven príncipe y a su amigo el aviador a parir chayotes un rato al estilo Heavy Metal.

Nuestra historia comienza como bien la recordamos, con una viador varado en el desierto, dibujando… y más o menos hasta ahí es que nuestro libro coincide con el original: en lo sucesivo tendremos una historia propia que solo de cuando en cuando introduce los elementos clave del original, aunque nunca desvirtuando su sentido: la Rosa, la serpiente, el zorro y el hombre de negocios… sobre todo el hombre de negocios.

Pasaremos de la búsqueda del agua y el encuentro con la serpiente a un desesperado escape de una instalación industrial militar (con todo y balazos al por mayor) con ayuda de una versión del principito como ciertamente el texto original nunca nos habría permitido imaginar, pero que bien pensada, sí que me hubiera gustado leer en el original. Al diablo la tragedia sobrellevada en la soledad del desierto, despersonalizada en símbolos para metaforizar lo aleatorio e indiscutible de las desgracias: aquí el mal viene con nombre y apellidos y les toca un buen golpe en la cabeza al desvergonzado estilo de Fontanarrosa, de quien sospecho, nuestro autor ha abrevado no solo en estilo (la manera en que dibuja a muchos personajes aquí y en otras tiras me recuerda mucho a Boogie el Aceitoso), sino en su actitud ante el mundo. Pero bueno, sospecho que esta es la forma en que nuestro autor ha interpretado el significado de los acontecimientos narrados en el original, insatisfecho con solamente apegarse al texto: he ahí una labor de adaptación. Los mismos temas se ven abordados…con una actitud distinta y notoriamente más combativa. Además de los desbordamientos de la fantasía, Pavel aprovecha también para ligar la historia del libro con algunos pasajes de la propia vida del autor: no conozco muy bien la vida de Saint-Exupery, pero sí lo suficiente como para poder relacionar algunos de eventos que el autor introduce en su historia con otros similares ocurridos en la vida real con Don Antoine: digamos, por ejemplo, el agobio al que lo sometió la acusación de colaborador nazi que el mismísimo Charles de Gaulle vertió sobre él o su tormentosa relación con la salvadoreña Consuelo Suncín, la mujer que algunos comentaristas identifican con la Rosa del libro (Trivia Rehilete: también fue alumna y presumiblemente un poco más que amiga de José Vasconcelos).

El Principito es un libro que se ha visto sujeto a muchas interpretaciones: es un texto vago, lleno de simbolismos, escrito por un hombre complejo que poseía un vasto bagaje tanto cultural como vital y que murió demasiado pronto como para poder llegar a dar una explicación definitiva que, quizás, ni siquiera existía, considerando el tipo de persona que fue Antoine de Saint-Exupery.

Creo que la adaptación que hace Pavel Ortega de este clásico no violenta el espíritu de la obra original pese al giro tan estrambótico que decide darle.

Quizás es en un punto inesperado donde más difieren Saint-Exupery y Ortega: mientras que el francés concluye su obra con un sabor muy amargo y pesimista respecto al destino del hombre en la tierra, Ortega, a pesar de su aparente cinismo, concluye su adaptación con una nota decididamente triunfalista, aunque temperada por un cierto dejo de melancolía.
Oh ironía: el hombre de los balazos a la Arnold Schwarzenegger y la violencia aparentemente gratuita termina con una sonrisa entristecida pero esperanzada, mientras que el gran humanista descree del futuro de su especie.


Decididamente Pavel Ortega es un autor original que sabe darle la vuelta a la trayectoria de sus creaciones de una manera que no hubiera pensado. Estoy seguro de que quien haya conocido a Pavel por el Señor K (¡a quien puedes conocer aquí en Rehilete!), uno de sus personajes más longevos y reconocibles, no habría visto venir un libro como éste. Para quien no lo conozca, el Sr K es un cínico y desvergonzado nazi a quien solo interesan los placeres y salirse con la suya a como dé lugar: una de las creaciones más queridas de Pavel Ortega.

Según algunas hipótesis, a Saint-Exupery lo derribó un avión alemán sobre la costa sur de Francia durante la guerra. Quien sabe, en esas y fue el mismísimo Helmut Katzinger, pero al final, nuestro autor delata con su esperanza que detrás de toda la crudeza de su obra, en su corazón ha ganado El Principito antes que el Señor K.